Tribuna de Opinión de Juan García Aparicio presidente de IBSTT en Revista internacional FuturEnviro 89 Abril -Mayo. 22 : IBSTT – TECNOLOGÍA SIN ZANJA GARANTÍA DE SEGURIDAD EN LAS CIUDADES

Objetivo 11: Lograr que las ciudades sean más inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles

El mundo cada vez está más urbanizado La mitad de la humanidad, 3500 millones de personas, vive hoy en día en las ciudades y se prevé que esta cifra aumentará a 5000 millones para el año 2030.

El 95% de la expansión de los terrenos urbanos en las próximas décadas tendrá lugar en el mundo en desarrollo. Desde 2007, más de la mitad de la población mundial ha estado viviendo en ciudades, y se espera que dicha cantidad aumente hasta el 60 % para 2030.

Las ciudades y las áreas metropolitanas son centros neurálgicos del crecimiento económico, ya que contribuyen al 60 % aproximadamente del PIB mundial. Sin embargo, también representan alrededor del 70 % de las emisiones de carbono mundiales y más del 60 % del uso de recursos.

La rápida densificación de las ciudades unido a la natural obsolescencia de los activos, está dando como resultado un número creciente de infraestructuras y servicios inadecuados e infradimensionados, que vienen siendo sustituidos o adaptados, especialmente desde comienzos de la década pasada.

Si visualizamos el escenario resultante, nos encontraremos con una creciente presión en los espacios públicos por parte de numerosas obras y actuaciones en todo momento y lugar, debiendo los regidores dedicar un alto esfuerzo en coordinar la cohabitación de estas obras con la actividad personal y colectiva de la ciudad.

Sin un cambio de enfoque la ciudad no podrá escapar del empeoramiento de la calidad del aire, las afecciones a la movilidad, afección y destrucción de activos urbanos perfectamente útiles, el impacto económico en las zonas de concentración de obras, el aumento de los residuos y de los residuos, así como del aumento de los riesgos y la peligrosidad al peatón y los vehículos.

En este escenario muchas ciudades de nuestro entorno han adoptado las tecnologías sin zanja como la primera opción para la realización de las actuaciones, regulando estrictamente frente a la apertura de zanjas.

Las tecnologías sin zanja reducen al mínimo la generación de residuos, valorizan el activo que se desea reparar o adecuar, reducen el espacio público ocupado así como el tiempo que lo está y reducen mucho la extensión de las zonas de peligro y los riesgos de ocurrencia de un incidente.
Enlace a la publicación (pp. 53-55) : https://futurenviro.es/digital-versions/2022-04/index.html
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